Las Vegas Review Journal publicó ayer el siguiente artículo:
Se tarda alrededor de un minuto en caminar desde el piso del casino de Palms hasta su estudio de grabación. Aún así, los turistas y lugareños no saben que sólo los separan algunos muros del estudio secreto en Palms, donde Alicia Keys, Dave Mattews y una caravana continua de estrellas escriben nueva música, día y noche.
El estudio es un lugar tan escondido que, en el curso de algunos años, hasta Michael Jackson grabó dos sesiones en Palms, semanas seguidas, clandestinamente.[...] Muchos músicos ahora graban en estudios en sus casas, o eligen estudios en sus ciudades en Nueva York, Los Ángeles y Nashville. Pero desde su inauguración en 2005, ese estudio atrajo a Timbaland, LL Cool J, Gym Class Heroes, Journey, Death Cab for Cutie, Regina Spektor, Gavin Rossdale, Mary J. Blige, Will.I.Am, Elton John, Britney Spears, Tony Bennett, Diddy, Chevelle, Ciara, Ludacris, The Killers, y así sucesivamente.
Como un bonus, los músicos pueden dormir a elección en elaboradas suites en Fantasy Tower, deslumbradas con piletas personales, una pista de bowling y un patio de basketball. Pasean por pasillos ocultos y ascensores, nunca interrumpidos por fans chillones o interrupciones amigables.
"Estos chicos están aquí para trabajar," dice el dueño de Palms George Maloof. "Les gusta, porque sus amigos no están aquí y se pueden concentrar."[...] A diferencia de otras ciudades de estudio, los manjares están a la mano las 24 horas del día.
"Podemos conseguirles un bife de N9NE Steakhouse de día o de noche", dice Thrall.
Muchas estrellas son sorpresivamente fáciles de abastecer. Panic at the Disco subsistió de sandwiches de queso a la parrilla todo el tiempo.[...] A algunos músicos les importa muy poco el costo (unos relativamente económicos $1,850 al día) que equivocadamente creen que es gratis.
Las estrellas ya inundaban Vegas y Palms. ¿Por qué no rentarles el espacio del estudio?
Su éxito ha sido una agradable sorpresa que superó expectativas. Pero en una ciudad con una descomunal auto-promoción, el estudio continúa ofreciendo a las estrellas la privacía que ellos piden mientras crean. Incluso Maloof visitó a los músicos que grababan sólo unas cuatro o cinco veces después de que éstos pidieran conocerlo.
"No quiero ser el dueño molesto que sube ahí y está a su alrededor cuando ellos tratan de hacer su trabajo," dice Maloof.
"Los dejo en paz."
Para un músico trabajador, ésas son cuatro palabras mágicas.
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